Las guerras en la Edad Media La visión tradicional y popular de las guerras europeas de la Edad Media sostenía que, entre el 800 y el 1400, los guerreros a caballo eran los amos de los campos de batalla. Los caballeros, protegidos con armaduras de placas, se lanzaban a la carga con sus lanzas desperdigando, ensartando y arrollando a la infantería que encontraban a su paso, mientras corrían al encuentro de sus afines para decidir el resultado del combate. La era de los caballeros habría tocado a su fin cuando la infantería recobró su papel predominante en la batalla gracias a las nuevas armas (armas de fuego) y al desarrollo de técnicas más avanzadas (formaciones compactas de piqueros) Esta imagen fue alimentada por el arte y las limitadas crónicas de la época, que reflejaban a los nobles a caballo ignorando a los plebeyos y a los campesinos que luchaban a pie. Pero esta visión de poderosos caballeros y de batallas que consistían principalmente en cargas de caballería es falsa. Las tropas de infantería eran un importante componente de todos los ejércitos durante la Edad Media. Estos contingentes luchaban cuerpo a cuerpo y como tropas de artillería (con arcos de varios tipos y más tarde con pistolas). Estos soldados eran cruciales para ambos bandos en los asedios contra castillos y ciudades fortificadas. Las guerras en la Edad Media consistían fundamentalmente en asedios de algún tipo. Los enfrentamientos entre ejércitos en terrenos al descubierto eran infrecuentes. Los ejércitos jugaban una especie de partida de ajedrez, maniobrando para tomar importantes castillos y ciudades mientras evitaban enfrentamientos que pudieran suponerles excesivas pérdidas. En las escasas ocasiones en que tenía lugar una batalla campal, los caballeros podían llegar a ser devastadores. Una carga contundente de caballeros armados era una fuerza de gran poderío. Resultaba más probable, sin embargo, que la victoria fuera para el bando que hiciera mejor uso de los tres principales componentes del ejército: los grupos de infantería, las tropas de artillería y la caballería. También eran factores importantes el uso inteligente del terreno, la moral de las tropas, el liderazgo, la disciplina y la táctica militar.