La religión Los peregrinos Los cristianos daban muestras de fe peregrinando a Roma, Santiago de Compostela e incluso Jerusalén. Los que habían visitado Santiago de Compostela, prendían conchas de vieira a sus sayales como símbolo de distinción. Las Catedrales A partir del siglo XII, y debido a la prosperidad de la época, se desarrollaron las artes, especialmente la arquitectura. La catedral se convirtió en el símbolo permanente de la arquitectura de la Edad Media. Se erigieron magníficos templos en agradecimiento a Dios por las bendiciones otorgadas a su pueblo. Las ciudades competían por tener la más bella catedral con las agujas más altas apuntando al cielo. La mayor inversión de capital durante el periodo, toda una fortuna, se destinó a la construcción de catedrales, cuyas obras tardaban más de un siglo en concluir. El material predominante en la construcción de las catedrales era la piedra, que minimizaba el peligro de incendios. Por otra parte, el acero escaseaba y el hierro era demasiado endeble para sujetar los inmensos edificios de altura sin precedentes. Los arquitectos desarrollaron nuevas soluciones a viejos problemas, ideando el arco apuntado y los arbotantes para desplazar el peso de la carga de los techos abovedados hacia los macizos soportes de piedra. Las nuevas tecnologías hicieron posible la construcción de grandes catedrales, grandes vidrieras (con frecuencia bellamente adornadas con vidrios de colores) y altas agujas. Los franceses fueron los pioneros en la construcción de las nuevas catedrales. En el 1163, se inició la construcción de Notre Dame en París, que acabó 72 años más tarde. Las obras de la catedral de Chartres comenzaron en 1120, concluyendo en 1224 tras haberse incendiado dos veces durante su construcción. Las catedrales constituían una gran fuente de prestigio y de orgullo cívico. Por su parte, los devotos y los peregrinos eran un creciente manantial de ingresos para las ciudades con catedral.